Viernes 01 de Diciembre de 2006
Perdón por la ausencia del número de ayer, pero esto de escribir todos los días me demanda un esfuerzo enorme y anoche no tuve oportunidad.
Pero más vale tarde que nunca y aquí les va...
Me desperté 9.30, más cansada de lo que me acosté. Pispeé por la ventana y como estaba lloviendo, decidí dormir un poco más y recuperar sueño perdido.
Me levanté unas horas más tarde. No he tenido muchas oportunidades de “descansar” por lo que me tomé el día con calma. Caminé hasta la plaza Dam, me acerqué hasta el Magna Plaza, a quien conocí primero en Madurodam, porque no lo había visto, jeje, que extraño. Di un par de vueltas por ahí y me metí en un ristorante italiano; tenía antojo de pizza. Me pedí una de “cipolla”. El muy exagerado del mozo me trajo una pizza entera, y la muy exagerada “de yo” se la comió toda, jojojo!! Me quedé un rato ahí esperando que baje un poco, y juntando fuerzas para el frío que hacía afuera, mientras estudiaba un poco el mapa. Armé mi recorrido, me abrigué hasta los dientes y salí.
Agarré la Raadhuisstraat camino hacia la Wester Kerk. Al lado de la iglesia me sorprendió un “monumento” que no pensaba encontrar, pero que reconocí inmediatamente, una vez más, por haberlo visto el día anterior en escala de 1:25. De frente al de verdad, me enteré que se trataba del Homomonument, que “conmemora a todos los hombres y mujeres alguna vez oprimidos o perseguidos por causa de su homosexualidad” :s Seguí caminando por las callecitas y canales, sin pausa pero sin prisa, hasta que llegué a la casa dónde “vivió” Anna Frank. Recuerdo leer su diario cuando era muy chica, recuerdo la impresión que me causó. No estaba de ánimo para entrar, se lo veía muy “marketineado”. Continúe camino hacia el barrio Jordaan. Un hermoso barrio lleno de casas y cosas raras.
En la ruta de vuelta al centro, encontré un banco. Son muy raros por aquí, hay bastante pocos. Me senté a fumar un puchito mientras contemplaba uno de los canales que tenía enfrente.
Mi temperatura corporal estaba bajando otra vez, miré el reloj, era hora de volver. Tenía que ir hasta el hostel, armar mi equipaje alternativo y salir para la Centraal Station. Cuando llegué a mi cama estaba rendida. Me recosté un momento, sólo para descansar la espalda.... y me dormí! Jojojo!! Me desperté 15 minutos más tarde con un sobresalto. Miré el reloj otra vez... estaba re bien de tiempo, que bueno. Al final decidí llevar todo, menos la ropa sucia, el estuche de la cámara y los souvenirs que ya había comprado, que dejé en el locker. Eran las 16:45. Me podía dar el gusto de tomar un cappuccino con pucho en el bar del hostel. Salí 17:05 del hostel y decidí tomar el tranvía aprovechando que ya había comprado una Strippenkart. Según las instrucciones de Gerry, debía tomar el tren de las 17:47 que llegaba a la estación Ede-Wageningen a las 18:43. Yo estaba un poco sorprendida de la precisión, pero me pareció un poco lógico por estos lados, jejeje.
Por suerte me bajé en la parada correcta, compré mi ticket en y hacia el lugar correcto y llegué a la plataforma (correcta) veinte minutos antes de la hora marcada. Como sospechaba, el tren salió a las 17:47 y cero segundos. Lástima que ya no había luz afuera (pero si adentro) y lo único que veía por la ventana era el reflejo del interior del tren :s
Para mi enorme sorpresa (había perdido completamente el sentido de orientación) pasamos por el mismísimo frente del estadio del Ajax!! La noche anterior habíamos estado hablando de eso con Andrés y yo le había comentado que no tenía la menor idea de dónde se encontraba y ahora lo tenía ahí enfrente mío, jojojo!! Es espeluznantemente lindo!! Sinceramente, con todo el cariño que le tengo, pero el Camp Nou es un porotísimo al lado de la “Amsterdam Arena”. Está rodeado de agua y una autopista le pasa por el medio!!
Tenía casi una hora de viaje, pero tenía miedo de pasarme, por lo que tuve que hacer un esfuerzo sobre-humano para permanecer despierta.
No podía evitar sentirme un poco nerviosa. Según algunos cálculos, hacía aproximadamente 10 años que no veía a mi primo. Lo reconoceré?? Habrá cambiado mucho?? Será piola?? Me sentiré incómoda?? No sabía muy bien que esperar. Es mucho tiempo.... y nunca fuimos lo que se dice... “cercanos”.
Me bajé del tren. Como estaba casi en el último vagón (acostumbrada a andar en Metro con Bruno) caminé bastante hasta la salida, buscando a alguien que pueda parecerse a mi primo.
Cerca de la salida lo vi, lo reconocí al instante, estaba exactamente igual a como yo lo recordaba. Él también me reconció, y me regaló una sonrisa. “Como andás, Nice!!” “Tanto tiempo, Gerry!!” Y nos dimos un abrazote.
Al instante, camino al auto, iniciamos la charla. Me sorprendí sintiéndome muy cómoda con él. Hablamos con mucha confianza, y por sobre todo, con mucha franqueza. Voy a escribir desde el corazón porque, aunque escribo esto pensando en ustedes, ante todo es mi diario y no quiero tener que medir lo que digo...
No miento si digo que a esta parte de mi familia nunca la caracterizó precisamente la franqueza, y que muchas veces hubo cosas que no se dijeron, o que se dijeron de más. Por lo que poder hablar con él de cosas que pasaron, pasan o pasarán, me hizo sentir muy bien. Me hizo sentir segura de poder hablar con confianza, y descubrir que, en definitiva, tenemos opiniones similares sobre muchos asuntos. A lo mejor, el estar lejos te da otra perspectiva, te permite ser vos mismo, sin testigos, sin lateralidades, sin tomar partido, sin presiones. Sólo yo, y él, hablando desde adentro. Fue muy lindo.
Fuimos hasta su departamento. Allí había dos amigos de él, colombianos, que apenas entré ya sabían quién era yo. Que lindo detalle.
La idea era salir a cenar, y después recorrer un poco la noche “Wageningeniana” ;)
Me fui a cambiar, y en mi ausencia llegó Camilo, otro colombiano. Gerry se había preocupado en “advertirme” que era gay, para evitar situaciones incómodas. Pues, ya no soy la Nice de hace diez años. Ya no soy la princesita en burbuja de cristal que todo lo que sabía del mundo es porque lo había leído. Le dije que no tenía porque preocuparse. Que tenía dos amigos gays por los que sentía un inmenso cariño, y que incluso había vivido con uno por seis meses.
Fuimos hasta el centro caminando. Gerry no quería llevar el auto por si tomaba, y no había suficientes bicis para todos (cosa que en secreto agradecí, jeje), de todos modos, una buena caminata para entrar en calor, no venía mal. La pasamos a buscar a Aldana (si si, parece que están “reincidiendo” como dijo él, jejeje) Una chica muy bonita y super afable, me saludó con un “Hola Nice!” a pesar de no habernos conocido nunca. Un amor.
Fuimos hasta un restaurant del que no recuerdo el nombre (perdonen, era demasiada información en poco tiempo!!). Pedimos el “Daily Special” para todos, nos dijeron que sí, pero al poco vino el mozo a decirnos que solo tenían tres. No se sentía bien por la situación por lo que nos ofreció una rebaja en el precio de lo que elijan los otros tres. Le pidieron alguna recomendación y el mozo, super piola, les recomendó algunas cosas y les sugirió evitar ciertas otras, jejeje. Los chicos estaban sorprendidos con lo honesto y solícito que estaba siendo el mozo. Me comentaron que no era normal tanta atención.
Al final llegó nuestra comida. No puedo comentar por los demás pero el salmón que comí yo estaba más que sublime. Y era más que abundante!! Todos vaciamos los platos y nos quedamos sobándonos la barriga.
De ahí nos fuimos a un pub (típico holandés) a “hacer la previa”. Me enseñaron que lo “cool” de un lugar se mide por la cantidad de bicicletas que hay estacionadas afuera, jajaja! Éste parecía que hoy tenía éxito. Nos tomamos dos jarras de cerveza mientras charlábamos de cualquier cosa. Estaba muy bueno el lugar, hasta la música estaba buena. Es que en Barna es muy difícil encontrar un lugar así (salvo, tal vez, los Irish Pubs). En Barna, todo es tunchi-tunchi.
Ya era hora de seguir camino a la próxima posta. El International!! Jajaja!! Es donde se juntaban jóvenes de todas partes del mundo, en su mayoría estudiantes, que están viviendo en Wageningen.
Muy linda la fiesta. Tenía ese no se qué que lo hacía parecer a una fiesta de barrio. Todos se conocían, se sentía un poco el ambiente de “pueblo chico”. Estuvimos un rato ahí, mirando la gente, moviéndonos un poco, tomando algo.
Gerry y yo entablamos una charla. No sé cómo surgió pero lo primero que recuerdo es estar hablando de nuestro recientemente descubierto árbol genealógico. Le conté como había sido la historia de ese descubrimiento, y se inició una conversación histórica, compartiendo entre los dos la poca información que teníamos y tratando de armarnos un plano general.
Ambos coincidimos en que en verdad sabíamos bastante poco. Detalles muy dispersos de la historia de nuestros antepasados, que de hecho era nuestra historia también. No sé como será con el resto, pero nosotros concluimos que nos interesaba sobremanera saber más, pero se nos hacía muy difícil obtener la información.
Sin embargo, entendemos la situación, entendemos que sea duro hablar del pasado, entendemos que aún conmueva y duela. Aunque pensemos que sería realmente maravilloso poder conocer nuestra historia, poder ser más conscientes de todo eso, poder transmitirla el día de mañana a nuestros hijos.... que legado... qué mejor herencia que la historia...
Yo no puedo reconstruir mi historia más allá de la infancia de mi padre.... de lo que él recuerda...
De pronto sentí que nos unía mucho más que la mera casualidad de ser primos...
Como a las tres de la mañana consideramos que era hora de ir a dormir. Cuando estábamos saliendo, interpelé al que parecía estar a cargo del local, porque había visto unas banderas del Barça en la barra.
Me desperté 9.30, más cansada de lo que me acosté. Pispeé por la ventana y como estaba lloviendo, decidí dormir un poco más y recuperar sueño perdido.
Me levanté unas horas más tarde. No he tenido muchas oportunidades de “descansar” por lo que me tomé el día con calma. Caminé hasta la plaza Dam, me acerqué hasta el Magna Plaza, a quien conocí primero en Madurodam, porque no lo había visto, jeje, que extraño. Di un par de vueltas por ahí y me metí en un ristorante italiano; tenía antojo de pizza. Me pedí una de “cipolla”. El muy exagerado del mozo me trajo una pizza entera, y la muy exagerada “de yo” se la comió toda, jojojo!! Me quedé un rato ahí esperando que baje un poco, y juntando fuerzas para el frío que hacía afuera, mientras estudiaba un poco el mapa. Armé mi recorrido, me abrigué hasta los dientes y salí.
Agarré la Raadhuisstraat camino hacia la Wester Kerk. Al lado de la iglesia me sorprendió un “monumento” que no pensaba encontrar, pero que reconocí inmediatamente, una vez más, por haberlo visto el día anterior en escala de 1:25. De frente al de verdad, me enteré que se trataba del Homomonument, que “conmemora a todos los hombres y mujeres alguna vez oprimidos o perseguidos por causa de su homosexualidad” :s Seguí caminando por las callecitas y canales, sin pausa pero sin prisa, hasta que llegué a la casa dónde “vivió” Anna Frank. Recuerdo leer su diario cuando era muy chica, recuerdo la impresión que me causó. No estaba de ánimo para entrar, se lo veía muy “marketineado”. Continúe camino hacia el barrio Jordaan. Un hermoso barrio lleno de casas y cosas raras.
En la ruta de vuelta al centro, encontré un banco. Son muy raros por aquí, hay bastante pocos. Me senté a fumar un puchito mientras contemplaba uno de los canales que tenía enfrente.
Mi temperatura corporal estaba bajando otra vez, miré el reloj, era hora de volver. Tenía que ir hasta el hostel, armar mi equipaje alternativo y salir para la Centraal Station. Cuando llegué a mi cama estaba rendida. Me recosté un momento, sólo para descansar la espalda.... y me dormí! Jojojo!! Me desperté 15 minutos más tarde con un sobresalto. Miré el reloj otra vez... estaba re bien de tiempo, que bueno. Al final decidí llevar todo, menos la ropa sucia, el estuche de la cámara y los souvenirs que ya había comprado, que dejé en el locker. Eran las 16:45. Me podía dar el gusto de tomar un cappuccino con pucho en el bar del hostel. Salí 17:05 del hostel y decidí tomar el tranvía aprovechando que ya había comprado una Strippenkart. Según las instrucciones de Gerry, debía tomar el tren de las 17:47 que llegaba a la estación Ede-Wageningen a las 18:43. Yo estaba un poco sorprendida de la precisión, pero me pareció un poco lógico por estos lados, jejeje.
Por suerte me bajé en la parada correcta, compré mi ticket en y hacia el lugar correcto y llegué a la plataforma (correcta) veinte minutos antes de la hora marcada. Como sospechaba, el tren salió a las 17:47 y cero segundos. Lástima que ya no había luz afuera (pero si adentro) y lo único que veía por la ventana era el reflejo del interior del tren :s
Para mi enorme sorpresa (había perdido completamente el sentido de orientación) pasamos por el mismísimo frente del estadio del Ajax!! La noche anterior habíamos estado hablando de eso con Andrés y yo le había comentado que no tenía la menor idea de dónde se encontraba y ahora lo tenía ahí enfrente mío, jojojo!! Es espeluznantemente lindo!! Sinceramente, con todo el cariño que le tengo, pero el Camp Nou es un porotísimo al lado de la “Amsterdam Arena”. Está rodeado de agua y una autopista le pasa por el medio!!
Tenía casi una hora de viaje, pero tenía miedo de pasarme, por lo que tuve que hacer un esfuerzo sobre-humano para permanecer despierta.
No podía evitar sentirme un poco nerviosa. Según algunos cálculos, hacía aproximadamente 10 años que no veía a mi primo. Lo reconoceré?? Habrá cambiado mucho?? Será piola?? Me sentiré incómoda?? No sabía muy bien que esperar. Es mucho tiempo.... y nunca fuimos lo que se dice... “cercanos”.
Me bajé del tren. Como estaba casi en el último vagón (acostumbrada a andar en Metro con Bruno) caminé bastante hasta la salida, buscando a alguien que pueda parecerse a mi primo.
Cerca de la salida lo vi, lo reconocí al instante, estaba exactamente igual a como yo lo recordaba. Él también me reconció, y me regaló una sonrisa. “Como andás, Nice!!” “Tanto tiempo, Gerry!!” Y nos dimos un abrazote.
Al instante, camino al auto, iniciamos la charla. Me sorprendí sintiéndome muy cómoda con él. Hablamos con mucha confianza, y por sobre todo, con mucha franqueza. Voy a escribir desde el corazón porque, aunque escribo esto pensando en ustedes, ante todo es mi diario y no quiero tener que medir lo que digo...
No miento si digo que a esta parte de mi familia nunca la caracterizó precisamente la franqueza, y que muchas veces hubo cosas que no se dijeron, o que se dijeron de más. Por lo que poder hablar con él de cosas que pasaron, pasan o pasarán, me hizo sentir muy bien. Me hizo sentir segura de poder hablar con confianza, y descubrir que, en definitiva, tenemos opiniones similares sobre muchos asuntos. A lo mejor, el estar lejos te da otra perspectiva, te permite ser vos mismo, sin testigos, sin lateralidades, sin tomar partido, sin presiones. Sólo yo, y él, hablando desde adentro. Fue muy lindo.
Fuimos hasta su departamento. Allí había dos amigos de él, colombianos, que apenas entré ya sabían quién era yo. Que lindo detalle.
La idea era salir a cenar, y después recorrer un poco la noche “Wageningeniana” ;)
Me fui a cambiar, y en mi ausencia llegó Camilo, otro colombiano. Gerry se había preocupado en “advertirme” que era gay, para evitar situaciones incómodas. Pues, ya no soy la Nice de hace diez años. Ya no soy la princesita en burbuja de cristal que todo lo que sabía del mundo es porque lo había leído. Le dije que no tenía porque preocuparse. Que tenía dos amigos gays por los que sentía un inmenso cariño, y que incluso había vivido con uno por seis meses.
Fuimos hasta el centro caminando. Gerry no quería llevar el auto por si tomaba, y no había suficientes bicis para todos (cosa que en secreto agradecí, jeje), de todos modos, una buena caminata para entrar en calor, no venía mal. La pasamos a buscar a Aldana (si si, parece que están “reincidiendo” como dijo él, jejeje) Una chica muy bonita y super afable, me saludó con un “Hola Nice!” a pesar de no habernos conocido nunca. Un amor.
Fuimos hasta un restaurant del que no recuerdo el nombre (perdonen, era demasiada información en poco tiempo!!). Pedimos el “Daily Special” para todos, nos dijeron que sí, pero al poco vino el mozo a decirnos que solo tenían tres. No se sentía bien por la situación por lo que nos ofreció una rebaja en el precio de lo que elijan los otros tres. Le pidieron alguna recomendación y el mozo, super piola, les recomendó algunas cosas y les sugirió evitar ciertas otras, jejeje. Los chicos estaban sorprendidos con lo honesto y solícito que estaba siendo el mozo. Me comentaron que no era normal tanta atención.
Al final llegó nuestra comida. No puedo comentar por los demás pero el salmón que comí yo estaba más que sublime. Y era más que abundante!! Todos vaciamos los platos y nos quedamos sobándonos la barriga.
De ahí nos fuimos a un pub (típico holandés) a “hacer la previa”. Me enseñaron que lo “cool” de un lugar se mide por la cantidad de bicicletas que hay estacionadas afuera, jajaja! Éste parecía que hoy tenía éxito. Nos tomamos dos jarras de cerveza mientras charlábamos de cualquier cosa. Estaba muy bueno el lugar, hasta la música estaba buena. Es que en Barna es muy difícil encontrar un lugar así (salvo, tal vez, los Irish Pubs). En Barna, todo es tunchi-tunchi.
Ya era hora de seguir camino a la próxima posta. El International!! Jajaja!! Es donde se juntaban jóvenes de todas partes del mundo, en su mayoría estudiantes, que están viviendo en Wageningen.
Muy linda la fiesta. Tenía ese no se qué que lo hacía parecer a una fiesta de barrio. Todos se conocían, se sentía un poco el ambiente de “pueblo chico”. Estuvimos un rato ahí, mirando la gente, moviéndonos un poco, tomando algo.
Gerry y yo entablamos una charla. No sé cómo surgió pero lo primero que recuerdo es estar hablando de nuestro recientemente descubierto árbol genealógico. Le conté como había sido la historia de ese descubrimiento, y se inició una conversación histórica, compartiendo entre los dos la poca información que teníamos y tratando de armarnos un plano general.
Ambos coincidimos en que en verdad sabíamos bastante poco. Detalles muy dispersos de la historia de nuestros antepasados, que de hecho era nuestra historia también. No sé como será con el resto, pero nosotros concluimos que nos interesaba sobremanera saber más, pero se nos hacía muy difícil obtener la información.
Sin embargo, entendemos la situación, entendemos que sea duro hablar del pasado, entendemos que aún conmueva y duela. Aunque pensemos que sería realmente maravilloso poder conocer nuestra historia, poder ser más conscientes de todo eso, poder transmitirla el día de mañana a nuestros hijos.... que legado... qué mejor herencia que la historia...
Yo no puedo reconstruir mi historia más allá de la infancia de mi padre.... de lo que él recuerda...
De pronto sentí que nos unía mucho más que la mera casualidad de ser primos...
Como a las tres de la mañana consideramos que era hora de ir a dormir. Cuando estábamos saliendo, interpelé al que parecía estar a cargo del local, porque había visto unas banderas del Barça en la barra.
YO: Tú eres del Barça??
EL: Soy del Barcelona pero no de Barcelona.
YO: Ah si? Que cosa extraña... Y de dónde eres??
YO: Ah si? Que cosa extraña... Y de dónde eres??
EL: De La Coruña, pero viví algunos años en Barcelona.
YO: Ahhhh... hermosa ciudad, verdad??
EL: Preciosa... Tú eres de alli??
YO: No, de Argentina, pero vivo allí ahora.
EL: Ahhh, me parecía...
EL: Ahhh, me parecía...
YO: Bueno.. adiós!! Visca el Barça!!
EL: i visca Barcelona!!
Jajaja... boludeces que habla uno....
Nos despedimos de todos. La acompañamos a Aldana a la casa, y emprendimos el largo regreso. En el camino íbamos hablando de todo un poco, nos contamos nuestras vidas (sabíamos muy poco el uno del otro), él me explicó algunas cosas de los holandeses, yo de los catalanes, compartimos nuestros diferentes viajes por el mundo y cuanto tema se nos ocurrió tocar...
Nos dormimos enseguida. Los dos estábamos muy cansados.... el sueño no me dio ni tiempo de reflexionar sobre todo lo vivido...
Nos despedimos de todos. La acompañamos a Aldana a la casa, y emprendimos el largo regreso. En el camino íbamos hablando de todo un poco, nos contamos nuestras vidas (sabíamos muy poco el uno del otro), él me explicó algunas cosas de los holandeses, yo de los catalanes, compartimos nuestros diferentes viajes por el mundo y cuanto tema se nos ocurrió tocar...
Nos dormimos enseguida. Los dos estábamos muy cansados.... el sueño no me dio ni tiempo de reflexionar sobre todo lo vivido...
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